El día del amor ❤️

Llevo unos días bombardeada con anuncios de apps de citas en mi smartphone.

Y lo cierto es que soy de las que prefiere conocer a alguien como se ha hecho siempre:

A través del alcohol y la falta de criterio 🫢

Pero ahora en serio.

Esos anuncios te hacen pensar, en lo que has roto, en cada vez que has soltado. Y en lo aprendido, como no, siempre aprendes algo de ti misma.

Porque cuando finalmente pierdes el vínculo emocional con alguien, es como si se te cayera esa venda y empezaras a verle como realmente es: simplemente normal.

La chispa que alguna vez le viste, la magia que tenía recibir un mensaje suyo, su presencia, se desvanece. Y de repente, aparece la persona ante ti, como siempre fue: humano, con defectos e imperfecciones.

Es un momento profundo en el que te das cuenta de que no era necesariamente él quien hacía esta conexión extraordinaria, sino el amor y la energía que volcaste en la relación lo que le hizo parecer tan especial.

Verás, el amor tiene una forma de mejorar a las personas. A mí me pone hiperactiva (más aún) casi no duermo, ni como ni tampoco necesito nada más que ese amor.

Lo sé, pero sigue leyendo.

Llámalo apego ansioso, yo lo llamo enfermedad. Infecta poco a poco todas las áreas de mi vida. Empieza a ser el centro pero no es lo único, a diferencia de la parte nociva de ese apego, también le da alas a mi propio yo.

Sentirte querida te hace invencible.

Peeeeero cuando estás emocionalmente involucrada, no estás viendo a esa persona; estás viendo un reflejo de tus sentimientos, esperanzas y sueños en él (como si le estuvieras iluminando y con esa luz, ahora, pues brilla).

Magnificas sus cualidades, obviando los aspectos que pueden no estar alineados contigo ni con tu forma de ver la vida (vamos que muchas veces está hasta arriba de banderas rojas y tú tienes la mente nublada). Soy.

Cuando esa luz se desvanece y el vínculo emocional afloja, empiezas a notarle las sombras.

No quiere decir que la persona no fuera valiosa sino que, sin ese apego, le estás viendo con perspectiva: cualidades que antes poseía y de repente, ya no.

Eso es bueno ( si créeme ), estás evolucionando. No se trata de su valor, se trata de tu crecimiento.

Es tu amor, tu energía y tu capacidad de cuidar lo que le hizo significativo en tu día a día.

Llegar a esta comprensión es liberador, te devuelve tu poder.

Vuelves a estar llena de confianza y ya no tienes miedos ni te sientes más o menos que nadie. Has dejado de culpar al otro. Ese algo, que primero te hace vibrar y luego aterrizas de golpe; no hace más que demostrarte que debes trabajar tu forma de relacionarte.

Entiendes que nunca se trató de que la persona fuera excepcional por sí sola, se trataba de ti y de que la profundidad del amor que tienes, es inmensa. El poder de crear belleza en tus relaciones con la energía que inviertes.

Y entonces pienso, Elsa si pudiste hacer todo eso una vez, puedes hacerlo de nuevo, con alguien que valore y corresponda esa energía.

Realmente se trata de autoestima. Es un recordatorio de que el amor más importante es el amor propio.

La fuerza que puede transformar incluso la vida más ordinaria en una extraordinaria.

Empieza quitándote el pijama y aplicando el mejor consejo que me han dado nunca: «En tu peor día, ponte tú mejor vestido»

De ahí nace este post, del amor propio y el autoanálisis.

Por si estás pensando que necesitas a alguien para sentirte único y especial.

Por si tú relación ha terminado.

O peor, si se ha desvanecido ( te tocará hacerte tanto las preguntas como las respuestas y es agotador) déjalo, no te obsesiones con la pérdida.

Reflexiona sobre la increíble capacidad que tienes de llevar luz a la vida de las personas y siéntete orgulloso de ello. Puedes invertir en personas que vean y aprecien tu particularidad, o mejor, invierte esa energía mental en ti.

Reconoce que eres tú quien tiene el poder de hacer que cualquier relación sea vibrante y significativa.

Tú amor es un regalo.

Le temo a la mujer en la que me estoy convirtiendo, porque es la que sabe tejer y destejer sus realidades, la que deja de idealizar para crear.

Respira, cabeza al frente, sonríe y camina.

Porque lo especial nunca fue esa persona, siempre fuiste tú.

Feliz día de San Valentín morrete 💋